UN ÁRBITRO CAJERO

 

UN ÁRBITRO CAJERO

En Málaga desesperados por el overbooking, mis paisanos de dómino, sin mascarillas, enseñaban todas las caries profiriendo maldiciones. La realidad era una bulla insufrible, encima un rotativo nacional lo plasmaba, señalando nuestro riesgo de morir de éxito: la demanda ha situado el precio de una habitación de tres estrellas en 499 euros; los precios de las viviendas por las nubes, tal chollo de compradores, anima a los constructores a pedir construir  nuestro paisaje de montes verdialeros. Más despropósito a unir a la inadmisible siembra de torres de Paco, infinitos pilares en el Solar del Paraíso.

Nuestros canasteros, entre corajudas sonrisas, saltaron de tema para coger un rebote, por unas declaraciones del presidente del Unicaja de Baloncesto, que a propósito de su actitud en el Consejo de la Fundación apoyando a Braulio Medel, ha dicho que le resbalaban lo que dijeran los políticos, en su empecinamiento de querer meter en lío a la primera  entidad económica privada de Málaga y Andalucía. Bonifacio advirtió que a los aficionados, no les iba a deslizar, otra temporada siniestra del equipo, como la de este año.

Ayer se anunciaba con prisas de banderilleros, que para mañana está previsto el relevo de Medel, tras el anuncio de su renuncia, y el nombramiento de José Manuel Domínguez, como presidente de la Fundación Bancaria de Unicaja.

Apremiados por una ansiedad cretina, cada vez que a los grandes expertos bancarios: Moreno Bonilla, Bendodo y De la Torre han tenido micrófono y foco enfrente, han dictaminado que con la ida de don Braulio, UNICAJA pasa la ITV.

El Alcalde, con más quinquenios de disimulos, echaba la culpa a los consejeros de la entidad socialistas, de la permanencia de Medel, la paja en el ojo ajeno, su gran legado. Juanma y Elías Bendodo, con el mismo mantra a cuestas, su sofoco le abochornaba. Al Consejero, nombrado por ellos en la Fundación bancaria, el ex árbitro internacional de fútbol, señor López Nieto, le resbalaban sus consignas, bueno, la de los políticos, pero visto que a ellos no se le conoce otra actividad, más aludidos.

El juanmismo-bendodismo, acostumbrado a la empalagosa obediencia y alabanza de sus beneficiados de cabecera, no esperaban la personal fallida de su Colegiado, más cajero que casero. Es oficio del que pita un partido del fútbol, llevar más razón que las gradas vociferantes, y más en especial don Antonio Jesús, que no se le van mil faltas y fueras de juego, a pesar de los pitidos e insultos a sus sagrados familiares. Sus razones y conocimientos de la jugada, no eludibles, no las doblega su nombramiento, por más amistoso que haya sido, para que aprendan los pesebreros.

Curro Flores