EL CENSO DISPARATADO
Aquellos chaveitas Juan Luis y Salvador, antes del pandemiato, se tomaron la indulgente tarea, de reunirnos a todos los abueletes de nuestra última promoción de bachillerato. Tras todos los inigualables y nostálgicos amenes, pasó por ser a los postres, el mayor y único encuentro de malagueños de nativitatis, que he vivido por un ciento en nuestro terruño.
De la escuela del Llano a los Maristas, cruzaba más que el puente social de Santo Domingo; para que el hermano burgalés, Máximo, que por gracia más nos vive, me enjaretara por el camino del orden de la chasca.
Ayer desinflado electoralmente, escribía de aquella savia socialista del tiempo del boquete de los dos reales: aguja y pajar, como si la costura y la parva se conocieran de algo.
La noticia más gordota, junto a las especulaciones política de los pájaros de mal agüero, era que según el Instituto Nacional de Estadísticas, somos la provincia española que más crece en número de habitantes. De un millón trescientos mil, en veinte años, somos cuatrocientos seis mil más. A tropezarnos por casualidad con los conocidos, con un hasta luego y nunca.
La tertulia de los martes, los Tuesdays, de Canal Málaga, entre mis monsergas, el profesorato ilustró de los elementos de análisis, para compenetrarse con los electores malagueños y saber acertar en sus deseos, por tramos de edad, estudios, economía, etc... Resulta que de todos los charlarines, el único que habla el very good fandango, soy yo, todo el resto, sus destinos laborales los ha convocado a vivir en el Solar del Paraíso, así me veo tan rarito. A veces tenía la misma sensación en alguna de las corporaciones municipales de las que fui parte.
En fin, he salido del chino con un saco de tierra para las macetas; mi compadre, Yuri Chuguyev, me ha llamado desde uno de sus establecimientos en la Plaza de la Merced, para un poquito de chachareo sobre el futuro de la política local; no cabía un culete en el Guinness para refrescarse el gaznate. Lacrimoara, la gentil dueña del restaurante rumano, Que Bueno, espera saber el número fijo de comensales que iremos a preparar el Cumple. Víctor, el profesor de baile de Sochi que ejerce en el Camino de San Rafael, y su familia, han quedado encantados con el mis cocteles de mariscos y la fideua con bigotes de gambas no de la Bahía, eran de Argentina costa.
No tengo a mano la lista de afiliados del PSOE, la última la engulleron las tuberías del ayuntamiento de Málaga el 23F, por si las moscas; pero a fuer que la tuviera: empezaría a buscar, algunes de guirilandias, les de castellano finolis y varies de las otras lenguas de andaluzas, para conformar la lista de aspirantes a ediles. El paisanaje discutimos nuestras señas de identidad, con el capirote o buscando un hueco para ver las procesiones en el nuevo itinerario de la Holly Week. De los Verdiales vengo.
Curro Flores
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