LOS ECOS DE TRUMP
El Supremo de los Estados Unidos elimina la protección legal del aborto. La terrible noticia acaparaba titulares y editoriales ayer, hoy 200 euros a la buchaca para quitarle las telarañas a nuestra pobreza, la ha relegado al olvido como si tal cosa.
Medio siglo de una ley progresista: con un frescales como Trump, y más epítetos denigrantes, elegido presidente USA, le ha permitido a un Supremo reaccionario derogarla, gracias a sus nombramientos ceñidos al beaterio militante.
He sacado del lugar de los ajados en mis estanterías de libros, La Democracia en América, de Alexis de Tocqueville, porque viene al caso. Los prestigiosos jueces de las pelis, han tirado por la borda su historia y, gracias al ex presidente han conseguido hacer un guiñapo la separación de poderes, más la tradición perpetuada de mejorar los avances legislativos y no abolirlos.
El derecho al aborto está reconocido en los acuerdos entre los países sobre salud sexual y reproductiva de las mujeres, en algunas y variadas forma. Lo que han sentenciado estos malandrines, es cercenar a la mujer su derecho a decidir, anulando la única trascendente opinión y decisión, de tener ella, un hijo o no.
Aunque me he recortado la barba, todavía se puede remojar. Este suceso tan aparentemente lejano, ha dado alas a los del autobús de CITIZENGO, aquí tendremos pronto sus remedos del nacional-catolicismo con su autobús pro-vida?. Estamos obligados a mantener el espíritu alerta en el acervo militante de la lucha por la igualdad, con su puesta en común mundial en Pekín, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995.
Las malas rachas económicas del capitalismo deambulante, hacen renacer los fantasmas políticos más retrógrados; el eterno retorno nos rodea los contornos. Por más plácidamente constitucionales en los que estén asentados los avances de nuestra convivencia, el bicho está en los corrales esperando que se abra el portón de los sustos.
El libro de Tocqueville con sus páginas descoloridas, me da para un buen rato de tarea; pero como el tema lo requiere antes que nos renazcan los pardos, le recomiendo la lectura de la novela El Obelisco Negro, de Erich Maria Remarque, situada en la hiperinflación alemana de principios de los veinte del siglo pasado y la llegada de los nazis: si no lo sabe, se puede enterar lo que valía un peine.
Curro Flores
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