UNA JORNADA ANCIANA

UNA JORNADA ANCIANA

Empezar la jornada de reflexión a las cinco de la mañana, cuando el botellón se acuesta, es propio de ancianos, y más lo es, si no tienes nada más que bagatelas rondando por la sesera.

Desde que hace más de cincuenta años, tomé una de mis grandes decisiones, la clandestina, me he ahorrado, más jornadas de reflexión que de inquietud. En fin, ahora repaso el pasadizo, como el viejo archivero de un convento los legajos: amaneceres y ocasos, muchas resurrecciones y fracasos. Encima como charlatero de la actualidad, el “me remito a…”,  no pasa la censura, ya que para mis jóvenes contertulios, ya no quedan sitio para las viejas neobatallitas, por más contemporáneas que sean; en fin, a la voz de bajo septuagésimo, hay que ponerle tratrabytes pops, muy agudos, en los comentarios. Aunque pronto la vejez y los emigrados seremos la inmensa mayoría de los oyentes.

Cargué el depósito, bueno, casi, porque la cosa explota, trasanteayer, para evitar una “jornada” con más ira que cordura. De todas maneras cada vez que  chupa el tronco móvil la manguera, me acuerdo de los difuntos de Lawrence de Arabia, del PSG y el City que Alá confunda, junto al Almería y nuestro procesado Al Thani; de la guerra, de las paginuchas salmón de economía, en fin caiga quien caiga en mis insultos, no caerá esa breva de la bajada de precios, mientras se  va chupando su 20 por ciento del presupuesto del Estado, hasta que llegue septiembre, en un abrir y cerrar el grifo.

Vamos camino de San Juan, la mísera paga está al acecho, para el precio en que están las brevas, otras que al  bajarlas del sicomoro, superan la ley de la gravedad de lo que lleves en el bolsillo. Mecánica cuentitis de Newton.

Hasta que llegue la hora del musical “Cine, cine”, tendré bastante tiempo para pensar la hora más cómoda para ir a votar, con las  calores, se enturbian los colores, también  de olvidarme del precio de las “picotas” a lo Mbappe. Porque mañana temprano, tendré que invitarte a un refrescante palabrerío para animarte a votar. Si no has conocido la Dictadura, no sabes el impagable precio de la democracia, aunque esa noticia de actualidad perenne, nos la quieran pervertir, los ultraderechistas de toda la vida.

Curro Flores