jueves, 13 de abril de 2023

EL PALACIO DE CONGESOS DE TORREMOLINOS

EL PALACIO DE CONGRESOS DE TORREMOLINOS

Durante el calimato de las lluvias con aires del Sahara de la pasada primavera, se broncearon en arenas desérticas el blanco andaluz de las fachadas y los coches empañados hubo que bruñirlos hasta el reuma. La Farola malagueña tardó poco en retratarse en sepia, porque se urgieron en encalarla, huyendo la Autoridad prontuaria de la polémica de la Pensión catarí luxury.

Las colas de la carreterilla que circunda el Palacio de Congresos de Torroles, entrada magistral después de la autovía, pueden percatarse de que el edificio señero de la arquitectura orgánica de los maestros De la Hoz y Olivares; luce un año después  el bronceado pecoso de calima y viento, sin que los que mandan hayan subido el andamio y la escoba para recuperar la nívea tez.

Como el atasco es de reloj de arena, da tiempo a mirar por el espejo retrovisor, hacia la época en que ese punto de encuentro universal, lucía modernura fraguista. Bastantes aconteceres vividos: el nacimiento de la Federación de Municipios y Provincias, de la que fuera nombrado su primer presidente Pedro Aparicio; mítines, jornadas y hasta un suntuoso desfile de modas que organizaba la Cámara de Comercio. Pero en especial rememoro el Festival de Cine de Benalmádena que, tras 18 años de existencia me feneció en las manos. Junto a los amantes del séptimo arte, se daba  cita todo el progrerío local, para enchufar sus horas en el cine importado de la anhelada dictadura del proletariado, para algunos,  y de cintas del tercer mundo, más novedades que birlaban la censura. En él conocí al director de La Batalla de Chile, Patricio Guzmán, porque mis amigos Vero y Pruden, me invitaron a un almuerzo en su casa con la estrella chilena, cosas del triste exilio.

En  fin, a Torremolinos, por dos autocares en lucha de independentistas de pro, Isabelita Manoja y Pedro Fernández a la cabeza, la Junta le concedió su ansiada autonomía. El inquilino de San Telmo del momento, vista nuestra refunfuñada geta, quiso agraciar con el Palacio congresual a Málaga, recibiendo la oportuna declinación.

La cosa pasa de castaño clarito, espero que doña Maribel Tocón, gane sobre la pugna de la derecha de Margarita y Pedro, para que de nuevo se vea resplandecer un edificio ovni, entre el ladrillamen de la Costa del Sol. Ya puedo meter la segunda, entre baches y guardias muertos.

Curro Flores

 

 

 

 

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