domingo, 30 de abril de 2023

PATRIOTAS DE CARTÓN PIEDRA

PATRIOTAS DE CARTÓN PIEDRA

En las definiciones de patriota, por eso de despacharme el Parte y el NODO en la infancia: del primero esperando la sopa prisa, del otro estorbando la llegada de la peli como los ultrasonoros anuncios de los multicines; después de arrobarme la cocola con el internacionalismo proletario y demás sandeces; a la postre municipalista, creyente en el cooperativismo frente a lo que sabemos, librado del servicio militar por mis ausencias familiares, constitucionalista de consenso, más me queda esperar que el Málaga no baje de Segunda, para que me toque el gordo de mi localismo patriotero.

En política, los que vienen con las del Beri, personas de creencias respondonas, alimentados en muchas fes de argumentarios partidistas; pueden lanzarte el chumbo de antipatriota, por algún voto de los ex malos para garantizar mayorías, hablar de las cosillas de la Monarquía o mover restos ilustres de su Cruzada. Seguir se puede, como aburrir también.

Ironías como siempre, conviene apartarlas, cuando se trata de poner el dedo en todas las llagas, hasta las del Parlamento Andaluz, capaces de desecar Doñana, antes que el efecto invernadero. Eso sí, como Pedro Aparicio, nos enseñó a cuadrarnos al son de el himno de Europa, nada de lo que viene de la Unión Europea me la trae al pairo.

El grupo parlamentario Popular, liderado por un enemigo de Úrsula, azuzado por la veta hispánica, está infectando la opinión pública contra la Comisión europea, porque dice ser que su comisario de Medio Ambiente ha hecho un informe al servicio de los rogelios españoles sobre Doñana. Para más puyas el honorable Antonio Sanz, consejero andaluz de Presidencia, ha embestido con la mentira de que el susodicho informe está hecho por el hijo del ministro Planas, quién para evitar incompatibilidades como director general renunció a intervenir en el expediente.

Míster Sinkevicius, comisario ambiental, amén de seguir las leyes europeas estrictamente, apoyado por la Comisión, ha  respondido con firmeza a los populares, de que Doñana es tan española como europea, para  pesar de la televisión catalana.

No es de nuevas, la actitud del PP de lanzar ataques a la política del Gobierno español en Bruselas, primero contra la obtención de fondos por la pandemia esgrimida y conseguida por Sánchez, después contra el reparto del dinero, asunto resuelto; ahora le toca a nuestro Parque Nacional. A veces me gustaría tener el talento del matemático John Nash, para encontrar un algoritmo que numerara las exactitudes del orden de la escala de patriotismo, para que cada cual llevara el diagnóstico en la pulsera.

Por sus propiedades agrarias, Juanma Moreno dista ser un señorito andaluz, como le llamó la ministra ambientada, pero por el cuidado que muestra a Doñana, no pasa de ser un señoritingo cualquiera en defensa de su votillos. Pero lo que es cansino es que el Manneken pis, está hasta las narices de chorrearse en las protestas populares.

Curro Flores

 

 

 

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